Luego de varias sesiones de terapia en el consultorio, en paralelo con mis idas a teatro, me queda humanamente difícil diferenciar cuándo la persona es auténtica y cuando una fachada social. Tengo un gran conflicto con la psicología hoy en día, tal vez sea necesario cambiar de rumbo o simplemente dejarme llevar donde me arrastre la corriente.
A mis pacientes que están "en el closet", los veo con tanta versatilidad para estar con sus familias y desdoblarse los fines de semana en los brazos de sus amantes homosexuales... que incluso me dan cierta envidia. A mis otros pacientes que están "fuera del closet", los veo exponer sus sentimientos sin tapujos, casi con cierto arrebato... que también me dan cierta envidia. Yo me encuentro en el punto medio, queriendo ser cada uno de esos pacientes, intentando ver en cada uno de ellos (y de ellas) un Alter-Ego que pueda aquietar mis dudas. ¡Cómo es de difícil llevar una vida genuina y homosexual en este país!
1 comentario:
Es verdad...¿pero está cambiando, no?
Al menos eso esperamos todos.....
Lo que no entiendo es, ¿por qué les cuesta tanto trabajo soltar? Yo creo que tú podrías ayudarnos, buscando publicar columnas o uniendo este blog a medios como el tiempo o espectador o algo asi es buastenate bueno, no? antes habia una que se llamaba el sexo de sofia y era muuyy divertido jejejeje
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