Todas las cosas tienen dos posibles (o muchas más) formas de verse... si, por un lado, la auto-segregación que comenté hace días está out, lo único para rescatar de la segregación es la capacidad analítica de ver, de discernir, de separar en componentes mas pequeños las experiencias vividas. Viéndolo de esta manera, los almuerzos del sábado con mi familia son una forma de de-construir las relaciones cercanas; los comentarios sin ton ni son de algunos hombres (desde su Ego herido) son una serie de pequeñas punzadas que cargan tal vez desde tiempos inmemoriales.
Entonces, sólo entonces, se puede entender cada conversación, cada etapa de vida, cada situación, desde su aprendizaje, desde la sabiduría que tiene el cosmos y la tierra para transmitirnos lo que queremos entender y ver.
¡Qué delicia ese aprendizaje! Así, es más fácil entender el enamoramiento que las personas viven con quienes los rodean, sean éstos hombres o mujeres. Supongo que así es más fácil compenetrarse con lo universal del amor... del amor lésbico, si me lo permiten.
1 comentario:
Mmmmm....interesante.
Sólo extraño cuando se refería a casos específicos o conversaciones o temas puntuales...¿qué hay de eso? :)
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