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domingo, 9 de octubre de 2011

AY, LA FAMILIA


El aterrizaje en Colombia, luego de la inaugurada del idilio bisexual, empieza a tener señales de alarma. Como todos los sábados, nos reunimos con la familia a almorzar y, como todos los sábados, sale a relucir uno que otro tema que las tías, las abuelas y otros familiares quieren ventilar.
Escena primera. "Mamá no hay rollo con que a uno le gusten las mujeres o los hombres, nada que ver". La adolescente experimenta con naturalidad y ve con ojos neutrales la conquista de las hormonas dentro de sus compañeros y compañeras de colegio. La mamá empieza a hacer mentalmente el escáner de qué psiquiatra conoce para mandar a su hija a ver si "se le quita la bobada". El clan familiar confabula, dentro de sus normas de asociación y pertenencia, la mejor manera para recuperar a la adolescente descarriada.
Escena segunda. "Ay hija, eso es pasajero". La mamá esconde su perturbación con la aparente tranquilidad de saber a quién recurrir el lunes a primera hora. La hija no escucha. El clan familiar respira.
Escena tercera. "En muchos países del mundo es perfectamente normal seguir las propias inclinaciones e instintos, hasta en la naturaleza se ven ese tipo de comportamientos". Digo con la inocencia de la recién llegada. La adolescente mira a la mamá con aire de "supéralo, ¿bien?". La mamá desvía la mirada y pide que le pasen más ajiaco. El clan, silencioso, vuelve a estar alerta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Uy que lata!!! pero bueno, feliz inaugurada!!